La pobreza, más cerca (Primero pan, luego laicismo)

Pareja de ancianos indigentes

Primero pan, luego laicismo.

El enemigo de la sociedad no es la iglesia católica, que desde Cáritas asiste a los pobres olvidados por la clase política, sino la pobreza.

Aunque me tengo por una persona religiosa, porque creo firmemente e intento integrar en mi vida que todos los seres que compartimos el universo estamos de alguna manera "religados", no soy católico ni profeso ninguna otra confesión, pero creo que ahora parece todavía más disparatado que en el último congreso millonario del PSOE en plena crisis -tan millonario como el del PP- se prestara más atención a arreglar los últimos flecos para garantizar la laicidad del Estado que a resolver la crisis que tantos ciudadanos padecemos y que desde el gobierno nos han negado hasta hace tres días.

Parece que cuando llega la crisis, sólo podemos esperar la ayuda de la beneficiencia, sea la de la iglesia católica (la principal amenaza de nuestra sociedad, a juzgar por el contenido del último congreso del PSOE) a través de Cáritas o la de otras organizaciones benéficas, porque nuestro gobierno primero niega la crisis, insultándonos a quienes la padecemos, cuando por fin la admite, se niega a actuar - recuerdo las imágenes del Ministro Solbes explicando que el mercado debería ajustarse por sí mismo, las víctimas del ajuste importan poco en su socialismo de limousina y caviar- y finalmente adopta medidas cortas y torpes que no convencen a nadie.

Sólo tienen su complacencia los sindicatos vendidos, que aseguraban que la industria absorbería los puestos de trabajo que se perdieran en la construcción -otro disparate más: la industria ya cayó más de un 9% en junio-.

Entretanto, la misma banca que con su voracidad propició la crisis, consiente el sobreendeudamiento de los partidos políticos y hasta perdona deudas -quien puede dudar que los partidos ya tienen precio y dueño, hasta los de ideario anticapitalista, como IU, el partido más endeudado con las cajas andaluzas-. ¡Qué asco!

El nuevo perfil de la pobreza española.
Fotocasa.es 19.08.08

La actual tesitura económica, el incremento del paro y la subida del precio de hipotecas y alquileres están redibujando el perfil de la pobreza en muchos puntos de España. Los servicios asistenciales de Cáritas tienen sobre la mesa "cientos de solicitudes" de ayuda económica para familias en su mayoría compuestas por un parado de la construcción casado con una mujer que limpia o cuida ancianos a tiempo parcial y con al menos dos hijos en edad escolar.

Según las distintas delegaciones de Cáritas diocesanas repartidas por el territorio nacional, inmigrantes en situación irregular, mujeres sin recursos con cargas familiares o personas sin hogar son quienes reciben la asistencia básica en algunas zonas, como el norte del país. Sin embargo, en lugares como Madrid, Extremadura o Andalucía, el perfil se amplía a familias no siempre extranjeras que acuden en busca de cobertura "para los servicios más básicos", porque todos sus ingresos, inferiores a sus gastos, se destinan a conservar un techo donde cobijarse.

Este es el caso más común en la capital. Una de las responsables en la gestión de Cáritas Madrid, Concha García, explica que desde enero se han registrado peticiones de un mayor número de familias de estas características. "Son las que en los últimos años han accedido a la compra de una vivienda al ver que les subía el precio del alquiler y que ahora se han encontrado con que suben los intereses, mientras bajan sus ingresos por el paro de uno o de ambos cónyuges y se produce una subida general de todos sus gastos".

Hay tanto españoles como extranjeros, aunque éstos en mayor medida porque tienen más problemas para cubrir las necesidades básicas al carecer de redes sociales de apoyo en España. "Un español puede ir a comer un día a casa de un pariente si no tiene comida, un extranjero no tiene a dónde ir", apostilla la responsable de Cáritas, quien vaticina una situación "mucho peor" para la mayor parte de estas personas porque ahora pueden estar cobrando un subsidio por desempleo que, sin embargo, "no durará para siempre".

La "vergüenza" y la "esperanza de encontrar una salida" hacen que quienes acuden a Cáritas en Madrid lo hagan ya con deudas importantes acumuladas, "cuando están con el agua al cuello y no ven otra salida". Lo mismo ocurre en la diócesis de Sevilla, donde, según la coordinadora del Área de Acción de Base, Catalina Acedo, se reciben peticiones para cubrir de golpe varios meses de impagos de alquiler o hipoteca.

"Hay muchísimas familias que están en situación de mucha precariedad, pero más o menos, van tirando. El problema es que en el momento en que hay una crisis, se vienen abajo y llega un punto en que no saben cómo salir adelante, y entonces, recurren a nosotros porque necesitan cantidades muy grandes", explica Acedo.

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