Y es que los parados de la construcción se han visto obligados a emplearse en el campo dejando sin trabajo a los “sin papeles”. En la obra soñaban con montar su propia empresa de reformas y ahora que la crisis los ha arrastrado al campo saben que su siguiente paso es emigrar a la vendimia. ¡Vaya con nuestra economía de “la Champions League”!.
Y comparados con los desempleados de la construcción, los “sin papeles” del campo son otra categoría de parias que aún se llevan más palos cuando nuestra crisis reparte estopa. Hace tiempo que dejaron de hacer transferencias a sus familias y no se pueden permitir pagar el alquiler de viviendas patera. Muchos nos preguntamos dónde estará ahora aquel ministro Caldera que les ofreció la tierra prometida.
Vayámonos preparando porque lo menos que podemos esperar a partir de ahora son incidentes como los de La Mojonera, subsaharianos contra magrebíes, porque sin trabajo ni esperanzas las tensiones están a flor de piel. El hambre y la desesperación son caldo de cultivo para la violencia.
Tres millones de parados y creciendo, el subsidio de desempleo ya se va acabando y lo peor está por llegar. Todos apuntan a que el primer semestre del año va a ser el acabóse.
Mientras muchas familias cenarán esta navidad sopa boba en los comedores de beneficencia, reuniéndose todos juntos, por necesidad y no por espíritu navideño, inmigrantes, parados de la construcción y los nuevos pobres “de corbata” según advierte Cáritas, los banqueros van a poder celebrar sus crecientes beneficios con caviar beluga y Moët Chandon.
Puede que no sean las orgías que celebraban en los años de crecimiento récord de los beneficios, cuando acababan ebrios de licor de derivados y polvo de ladrillo, pero los buenos resultados dan para un buen revolcón, una fiesta con el morbo añadido de aumentar beneficios mientras la economía mundial se va al garete por su codicia.
La banca pone bien el cazo al dinero público que se suponía destinado al crédito a empresas y familias. Pero, Santa Rita, Rita, Rita, ese dinero no sale del banco. Entiendo que Solbes se suba por las paredes con las promesas incumplidas de los banqueros, pero también puede que todo forme parte de la farsa del nuevo concordato socialismo-banca.
Me imagino la reunión de nuestro presidente con los banqueros, cuando se comprometió a prestarles hasta 50.000 millones de las arcas públicas:
Zapatero pregunta a la panda de Emilio -el que aumenta su Botín con Zapatero- cuánto quieren para volver a abrir el grifo del crédito a empresas y familias.
El sindicato del crimen socioeconómico suelta sin ningún rubor la cifra, al fin y al cabo, saben que tienen trincadas a las empresas y a las familias por donde más duele:
“Pues mira, Presidente, unos 30.000 millones nos vendrían bien, pero estírate un poco y suelta 50.000 millones, que se vea tu talante”.
Zapatero asiente sabiendo que la crisis lo va a crucificar políticamente y que la clave la tiene la banda de Emilio. El sindicato de banqueros pone el cazo y trinca. Del destino del dinero, algún día se hablará en Cuarto Milenio.
Así es como la banca le robó a nuestro presidente la cartera con hasta 50.000 millones de dinero de las arcas públicas.
¿A alguien no le recuerda esta escena a los años 20, cuando la mafia controlaba a los sindicatos de estibadores para bloquear o desbloquear los puertos?
Ahora, según la banca, los que advertimos, anunciamos y denunciamos el cerrojazo somos unos conspiranoicos. Aseguran que el grifo no se ha cerrado, que sólo hay menos créditos –han aprendido rápido los juegos de palabras de nuestro presidente y ya utilizan con soltura el diccionario Zapatero-español- porque las empresas y las familias son menos solventes que eran. Se les ha olvidado decir que son menos solventes porque ninguna economía, ni empresarial ni doméstica, se puede permitir un cerrojazo del crédito de la noche a la mañana y cuanto más se mantenga el grifo cerrado menos solventes serán los solicitantes de créditos. También se les ha debido olvidar que a clientes mucho menos solventes les concedían hipotecas al 120% hace unos años. Ahora no conceden préstamos ni aunque el avalista sea el Sultán de Brunei. Que se lo pregunten a quienes venden viviendas, coches, muebles, electrodomésticos o cualquier cosa que requiera financiación.
También dicen que si se conceden menos créditos es porque se solicitan menos créditos. Será que las empresas y las familias no los necesitan porque nadan en la abundancia. No hay más que ver el la confianza de los consumidores. Pero bueno, si otros nos negaban la crisis, por qué no van a negar ellos ahora el cerrojazo.
Y que alivio poder culpar a otro. Así se duerme mejor. Ahora se atreven a contarnos que el cerrojazo es un acto de responsabilidad para proteger el dinero de sus depositantes y no tiene nada que ver con su falta de liquidez por las inversiones de alto riesgo que sus tiburones hacían en el mercado de derivados. Ni por la indigestión de su atracón inmobiliario. Poco se acordaban los banqueros de sus ingenuos depositantes en aquélla época de desenfreno.
Y cuando los banqueros ya han conseguido dejar KO al sector inmobilario, nos sorprenden y vuelven a tomar posiciones en él, y a precio de saldo, claro. ¡Jugada maestra!
Esta subespecie inhumana de los banqueros evoluciona y se adapta tan rápido que Darwin no sabría si clasificarlos dentro de los parásitos, los carroñeros o la fauna cadavérica.
Dicen que las cucarachas sobrevivirían a un holocausto nuclear, pero los banqueros, que sobrevivirían hasta a la absorción del planeta por un agujero negro, son los que después del holocausto nuclear se las ingeniarían para acabar cobrando comisiones a las cucarachas.
Que le pregunten al CSI Grishom cuánto tiempo lleva fiambre nuestro sector inmobiliario que ahora les vuelve a resultar un manjar apetecible.
Lamento que Joam Tardá se sienta más amenzazado por el viejo Borbón que por el emperador Botín y su corte de Vampqueros. Su disociación de la realidad y su ceguera de la tragedia socioeconómica no es una excepción en el patio político. Para otros la prioridad política debe ser poner a salvo al país de la amenaza de los crucifijos o del paso de la vuelta ciclista. También están los que montan la de Dios es Cristo por el paso de los vuelos de la CÍA aprobados por todos los países de la OTAN –como si Bush fuera a renunciar a su plan de tortura porque nuestro gobierno le obligara a desviar sus vuelos y escalas a Marruecos-.
En su confusión de prioridades, se olvidan de que el drama actual de nuestra sociedad es la crisis de los 3 millones de parados, y no las canalladas de la Guerra Civil o la Inquisición, que esas causas tienen espera y los criminales no se van a escapar a Dublín. En su sospechosa defensa de los derechos humanos sólo les preocupan las autorizaciones de la OTAN a los vuelos de la CÍA. Se les han olvidado los crímenes y torturas del GAL y se han acostumbrado a que toda una sociedad, la sociedad vasca, viva o malviva amenazada en su propia tierra mientras los cómplices de los terroristas pueden administrar dinero público y cobrar del dinero público. Pronto se les olvidó el “No a la guerra” mientras siguen muriendo inocentes en más de 30 conflictos armados que continúan activos en el mundo. Poco les importa que el gobierno que surgió de ese eslogan pacifista haya aumentado la producción y la exportación de armas.
Si los niños de Sardá supieran lo que les espera cuando dejen de vivir con papá y de papá, se orinarían en los pantalones como un terrorista cualquiera. En fin, es la nueva propaganda política que moviliza vía SMS con su “pásalo” a huestes de jóvenes lobotomizados por el botellón, la química esnifada, el Gran Hermano y La Noria. Y si toda esta maquinaria falla, que vuelvan Sardá y Boris, que con su estiércol televisivo se hicieron más influyentes que Jesús de Nazaret y Mahoma juntos. Inmundicia Política 2.0.
Los bancos ganaron 14.203,43 millones hasta septiembre, un 0,44% más, y elevan la morosidad al 1,87%.
Cotizalia 11.12.08. Europa Press
Los bancos españoles ganaron 14.203,43 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que supone un incremento del 0,44% respecto al beneficio obtenido en el mismo periodo del ejercicio anterior, cuando el resultado fue de 14.140,94 millones, por mayores dotaciones a provisiones, según datos publicados hoy por la Asociación Española de Banca (AEB).
El secretario general de la Asociación Española de la Banca (AEB), Pedro Pablo Villasante, destacó los sólidos resultados de los bancos, en un momento de desaceleración económica, y explicó que se han obtenido gracias a la fortaleza del balance, a la recurrencia de los ingresos y a la contención de costes.
En este sentido, avanzó que a finales de año los bancos continuarán obteniendo beneficio, aunque decrezca, y que ésto no supondrá un cambio cualitativo de la recurrencia de los resultados.
Asimismo, indicó que las entidades han duplicado las provisiones para hacer frente a la situación actual, que en el caso de las pérdidas por deterioros de activos alcanzaron 8.141 millones, un 76% más, mientras que las dotaciones a provisiones se elevaron hasta los 1.631 millones, un 125% más.
El margen de intermediación de los bancos alcanzó 27.441,34 millones hasta septiembre, un 16,7% más, mientras el ordinario aumentó un 10,99%, hasta 46.797,7 millones. El margen de explotación, por su parte, avanzó un 13,7%, hasta 26.993,34 millones.
Por el contrario, los ingresos netos por comisiones se situaron en 5.436 millones, un 4,3% menos que en el mismo periodo del año anterior, caída se vio compensada por el crecimiento de las operaciones financieras, que lograron un crecimiento de más de 650 millones de euros.
La rentabilidad sobre activos totales medios alcanzó el 1,07% debido fundamentalmente al mayor esfuerzo por dotaciones, mientras que la rentabilidad sobre recursos propios alcanzó el 18% frente al 22% anterior.
Villasante resaltó que la solidez y capitalización del sistema bancario se comparan favorablemente con los de sus competidores internacionales, que presentan niveles de riesgo y de saneamientos muy diferentes.
Financiación más "exigente".
Los créditos a la clientela crecieron un 6,5% durante los nueve primeros meses del año, hasta 1,22 billones de euros, y presentan una morosidad estimada del 1,87%, frente al 0,97% del año anterior, con unos fondos de cobertura constituidos que equivalen al 112% de los créditos dudosos, frente al 199% del mismo periodo del ejercicio anterior. Los depósitos de la clientela, por su parte, aumentaron a un ritmo del 7,9%, hasta 819.917 millones de euros.
El secretario general de la AEB destacó hoy que debe ser "entendible" que la banca sea más "exigente" en su proceso de concesión de créditos, aunque reconoció que las entidades 'no cortarán el grifo', al contrario de lo que se ha dicho, sino que lo que se está produciendo es que algunas peticiones son "menos solventes".
Villasante insistió en que los bancos están ofreciendo créditos y que lo seguirán haciendo como hasta ahora, pero con más exigencias, y recordó que lo que ha decrecido es la demanda de los mismos. "Siempre que podamos prestar lo haremos, pero no vamos a entrar en inversiones que no podamos recuperar porque es de nuestros depositantes", añadió.
No obstante, el secretario de la AEB también reconoció que el crédito continuará su desaceleración como consecuencia de la actividad económica durante los próximos trimestres y que la tasa de morosidad continuará aumentado, aunque rehusó dar cifras, porque el negocio de los bancos "no es ajeno a la realidad económica".
En este sentido, también subrayó que las provisiones son "la primera línea de defensa" para hacer frente a la morosidad y que el capital siga intacto, si bien, recordó que las provisiones sirven para afrontar la deuda de la mora que no se cobra.
Villasante también recordó que los tipos de interés han comenzado una tendencia a la baja y subrayó el interés de las entidades financieras en que esta caída se traslade cuanto antes a los clientes.
No obstante, señaló que la prima de riesgo ha crecido y que el coste del dinero es analizado con más preocupación que antes, por lo que ésto puede tener una cierta repercusión en la financiación que se conceda a las familias. Sin embargo, reconoció que los diferencias se mantienen dentro de la normalidad, que oscilan entre un 0,75% y un 1%, y que no aumentarán.
Foto (EstrellaDigital.es): Zapatero y Solbes con Botín y Francisco González
